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para la Machuca¸ sola fané y descangallada¸ engendro de bares y lupanares¸ el día empieza a las seis de la tarde. Todo¸ tarde. Mientras el arrabal se sacude de colillas¸ discos manidos y escupitajos¸ copas rotas y sillas destrozadas en anónimas batallas de hetairas con sus clientes¸ ella desmadeja el hilo del pasado y revive los fantasmas de su pubertad. Pubertad bucólica y vejez citadina. Pubertad de 1940. Cada acto¸ cada sonido¸ cada gesto de este día -amargo día de ramera- la retorna hasta la comunión¸ el hogar¸ el patrón amor y señor¸ la componenda¸ la dominación¸ la seducción. la criatura. Y la desesperación. Desesperación que ha guiado sus pasos por callejuelas de infamia¸ tragando mil salivas para esquivar su hambre (y la del hijo)¸ o desnudándose ante mil ojos para cubrir luego su desnudez (y la de su hijo). Y en esa madriguera donde ha besado los pies de la indignidad¸ frente a ese espejo donde ha marchitado su voluntad¸ con esa botella que contiene su degradación estallará para siempre en pedazos¸ pedazos¸ pedazos¸ pedazos. Si la Machuca deambuló entre camastros fue porque así creía salir del cruel laberinto donde la extravió el patrón¸ hacendado poderoso. La intención y el contexto de este trabajo cinematográfico giran en el errático destino del personaje¸ no es la plausible apología de su situación¸ posibilitando un tono aleccionador y de concienciación al relato. Clasificación: 1 -A.
DIRECCIÓN
Herminio BarreraGUION
Alberto Sanin PeñaFOTOGRAFÍA
Herminio BarreraSONIDO DIRECTO
Eduardo CastroEDICIÓN
Herminio BarreraPRODUCCIÓN EJECUTIVA
Marcos JaraPRODUCCIÓN
Grupo ComunicadoresIDIOMA ORIGINAL
Español
