A los veinte años, Óscar Álvarez es víctima de la violencia de las barriadas en Medellín. Al quedar ciego, su vida cambia de manera radical: el fútbol, la Pasión de Cristo en Semana Santa, la enseñanza de sus destrezas a otros niños ciegos y sus intentos por encontrar caminos seguros.
Usamos cookies propias y de terceros para mejorar tu experiencia en el sitio web. Si continúas navegando consideramos que aceptas el uso de cookies. OK